viernes, 13 de agosto de 2010
Teatro y danza (más)
Al parecer, en japonés hay una sola palabra para teatro y danza. Hay visiones de la danza que la avecinan al deporte, otra a las artes visuales, otras al teatro. De algún modo tiene que ver con la mayor o menor presencia de procesos de significación. No se trata de la existencia de un argumento unívoco: la significación puede adoptar diferentes grados de ambigüedad, sin que por ello desaparezca la intención comunicativa.
En el trabajo que nos ocupa, la danza no tiene un lugar central. Muy claramente está presente en función de un proceso comunicativo global en el que el lenguaje verbal es dominante. Sin embargo, es preciso que “el verbo se haga carne”. Un cuerpo en movimiento da al lenguaje una rara e intensa hospitalidad: de una frase leída en un libro a la misma frase escuchada en el teatro hay un abismo. Entre cuerpo y lenguaje se establece una lucha en la que el único vencedor es la emoción que resulta de su frágil convivencia.
De acuerdo con Silvia, rebajamos en algunos momentos la precisión del dibujo coreográfico en beneficio de la continuidad de la presencia corporal. La clave está en desplazar el acento en mayor o menor medida al protagonismo del cuerpo para reforzar el sentido global de la propuesta: cuerpo y palabra, emoción y pensamiento van de la mano con la esperanza (quizá insensata) de movilizar algo en la emoción y el pensamiento del espectador. (M. A.)
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