jueves, 29 de julio de 2010

Vuelta a empezar. Por Mariano Anós


Después de las dos primeras semanas, nos dimos una semana libre y hemos vuelto al tajo con más ganas. Empezamos con una especie de trabajo de mesa sin mesa (tengo alergia a la mesa), repasando todo el texto y haciendo observaciones sobre la marcha. En las dos primeras semanas dejamos ya trazado un hilván suficiente para tener claro el desarrollo de la acción escénica y para confirmar, con algunas correcciones, la lógica de la dramaturgia. Parece que el hilván sigue sirviendo, pero como es lógico queda mucho por concretar. Vamos entrando en algunos detalles, especialmente en los problemas de las transiciones, en las que se juega casi todo lo que importa para una actuación viva. Creo que hemos encontrado ya una base firme y al mismo tiempo flexible que nos permitirá conjugar precisión y fluidez, continuidad y variación, nunca formal, siempre a la escucha de la travesía emotiva del personaje (o de la actriz: nunca sé diferenciarlo y me gusta no saberlo). Trabajar con Ana es fácil. La escucho y me escucha.


2 comentarios:

  1. ...trancisiones. Que gran verdad la tuya Mariano! lo que llega a molestar o ayudar un mal o buen trabajo en la dramaturgia de este aspecto. Me viene a la cabeza que relación debe tener esto con nuestra necesidad constante de dividir nuestra vida en etapas y dar valor e importancia a la trancisión entre estas. Luego viene un filósofo a decirte que la vida es circular y siempre volvemos al mismo punto y ya nos encontramos aboslutamente perdidos .....

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  2. Gracias, Pelai. Siempre estamos perdidos y siempre andamos peleando por encontrarnos. Transición de transiciones y todo es transición.

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