martes, 3 de agosto de 2010


Ana ha conseguido memorizar ya todo el texto. ¡Bravo por ella! Sin papeles en la mano, vamos entrando en detalles. Estamos en una fase del trabajo menos gratificante pero igualmente imprescindible. Con la colaboración de Iguazel y de Saúl, que controlan para no dejar pasar una, se trata de afianzar la exactitud del texto, cronometrar tiempos (todavía aproximados) para que José Luis pueda ir ajustando la música y repetir fragmentos las veces que haga falta. En fin, una etapa intermedia, un poco árida, entre la primera de descubrimientos y la última de dejar de pensar reencontrando la libertad y la continuidad emocional. No por eso dejamos de encontrar sobre la marcha novedades y replantear situaciones. La vida sigue en cada momento, y nunca se sabe lo que nos va a sorprender en cada sesión de trabajo.

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